Menores
retrasos.
Tiempo
total de fabricación menor.
Menores
cantidades de trabajo en curso.
Menor
manipulación de materiales.
Estrecha
coordinación.
Menor superficie de suelo ocupado por unidad de producto.
Escaso grado de cualificación, formación y supervisión.
Elevada
inversión en maquinaria.
Menor
flexibilidad.
Menor
cualificación en los operarios.
Costes
más elevados.
Peligro que se pare toda la línea de producción si una máquina sufre una avería.